Bienvenido....Empieza desde abajo....

Si eres Nuevo en nuestra Novela empieza a leer de ABAJO hacia ARRIBA

jueves, 21 de enero de 2010

- Mira aquí te dejo el archivo que mando pedir mi madre- acentuó Mariana con rabia y malgenio.-

Luz guardo silencio… Pudo observar en los ojos de Mariana el coraje que la invadía así que prefirió callar y no agrandar las cosas…

- Sofía, por favor toma asiento, ¿deseas algo de tomar?- pregunto Mariana de una manera cordial.
- Un Café por favor.-
- Ok! Vuelvo en seguida. Luz, ¿me puedes acompañar?-

Luz, al escuchar a Mariana solo corrió su sillón y fue tras ella. Sofía, no comprendía lo que pasaba, estaba tan confundida, “¿las palabras de Luz? ¿La reacción de Mariana?” Eran enigmas difíciles de explicar, “sus actuares son pilares de recelo… Pero no, eso no puede ser, me estoy apresurando en las conclusiones” (pensó). Así que decidió dejar sus prejuicios y estudios en un “no más”


- No se tú que estas pensando de mí para que actúes de esa manera, yo te pido, por favor, que tengas precaución en tu actuar y en tu juzgar predeterminadamente. Luz a mi me parece que te he demostrado que Te Quiero y que eres importante en mi vida. Por favor no mas celos, ya habíamos hablado de eso-
- Tienes razón… ¡¡¡Perdóname!!!...-
contesto Luz siendo consciente que había procedido mal- ¿si me perdonas?-prosiguió mientras acariciaba la cara de su amada.- Perdona a esta loca de amor por ti ¿Sí?-continuo
- ¡Bueno!- Contesto Mariana difundiéndose una sonrisa en su cara-¡No te preocupes!-y en un pequeño beso se pudo olvidar aquella discordia.

Allí estaban dos chicas, Adriana y Luz, ambas sostenían una relación clandestina desde hacía ya siete meses, ambas se gustaban tanto como el primer día, la una “moría” por la otra, ellas enamoradas demostraban su amor en secreto, como muchas otras, su pasión se desbordaba en cada beso, en cada caricia, en cada detalle… Ambas sabían que su Amor era prohibido pero no les importaba, el riesgo era amar, amar sin límites sin atañer que eran iguales, tanto la una como la otra sentían ese sentimiento que no se le podía decir “¡No!” sino que simplemente mandaba en el corazón de aquellas hermosas doncellas.

Mientras esperaba el café, Sofía observaba las instalaciones de dicha oficina y aprovecho para ir al baño. Ya devuelta sentada en la sala de espera observo como la empleada de cafetería, según lo indicaba su uniforme, se acercaba a ella, era una señora de estatura baja, de aproximadamente 36 años…

Recibió su café y prosiguió a tomarlo… A los pocos minutos, Luz y Mariana asomaban por la puerta de la oficina central, la de la Doctora “Isabel Barrera”.

- Sofía, sigue, mi madre quiere verte- dijo Mariana.
- ¡Gracias!-

Buscar este blog