Al otro día…

- Buenos días, Dra. Sofía, ¿Cómo Amanece?- dijo su secretaria con algo de nervios y destemplanza mientras colocaba un café en el escritorio.

- Buenos Días Luz, amanecí bien gracias y ¿Ud?-

- Bien, Gracias. Mire Dra. le hago entrega de los casos procesados por intento de homicidio, y los cuales están en proceso de apelación. La Dra. Isabel le pide el favor que se haga cargo de estos, y que le hagas el respectivo seguimiento. Hay unos casos en los cuales tiene que dar un diagnostico psicológico. Esos son los que requieren más urgencia.-

- ¿Te puedo pedir un favor?-

- ¡Claro!. Dígame -

- No me coloques el titulo de Dra., le tengo pánico a la sangre. Dime solo Sofía-

- Como diga Srta. Sofía- Luz…guardo silencio mientras fijaba su mirada en Sofía…

Ella al darse cuenta…

- Eh… ¿Quieres decirme algo?-

- No… o… Bueno si… Pero…-

- Solo… ¡Dime y ya!-

- Con respecto a… anoche…-

- Mmm… Anoche… Luz, el día de ayer solo tuve una cena con unos viejos amigos, creo que no recuerdo que hayas estado ahí…- dijo en son de cómplice – o… ¿Si?-

Luz sonrió, comprendió que Sofía guardaría “el secreto” y no diría nada.

Después de ello Sofía, empezó a revisar caso por caso, uno a uno los examinaba los cuales se hacían más interesantes para ella.

Así paso el medio día, sin salir de su oficina, analizaba cada expediente, cada detalle sin dejar pasar ni uno solo. Era una excelente profesional y por ello era estricta en su labor.

Se llegó la 13:00 y ella aun en su oficina, así que quiso darse un merecido descanso, dio un alto a su actividad laboral, y bajo en busca de su almuerzo.

Ya devuelta a su trabajo, muy puntual, pues casi nadie había llegado. Ella prosiguió a su oficina al abrir la puerta algo extraño noto…